01/03/2024. Cerca de medio centenar de padres y madres han acudido al ies Floridablanca, en Murcia, para asistir a la charla de Mediación en Familia. Se han mostrado estrategias para afrontar situaciones cotidianas que pueden alterar la armonía en la familia, el colegio o cualquier otro entorno.
DINÁMICA ABIERTA AL PÚBLICO EN GENERAL*. El JUEVES 29 de febrero de 2024, a las seis de la tarde, la asociación TALENTOS en colaboración con el ies. Floridablanca de Murcia, organiza la dinámica “Mediación en familia” donde se darán herramientas y estrategias para superar los pequeños o grandes conflictos que suelen darse en el núcleo familiar.
*No es necesario pertenecer a la asociación, ni tampoco al ies Floridablanca. Está abierta a cualquier persona interesada.
A lo largo de su vida, las familias deben hacer frente a diversas situaciones de dificultad, que si no se resuelven adecuadamente producen mucho malestar entre sus integrantes. El conflicto forma parte inevitable de la convivencia, e imaginar una familia en la que no existan conflictos no es posible ni
deseable, puesto que bien gestionado, el conflicto nos permite crecer y desarrollar nuevas y mejores maneras de relacionarnos.
De todos los conflictos sociales, los conflictos familiares son los más habituales y los que suelen provocar mayor dolor ya que sus integrantes sufren no sólo por ellos mismos, sino por las personas a las que quieren. Muchas veces, las familias no saben cómo resolver esos conflictos porque no cuentan con las habilidades para buscar y encontrar soluciones. Queremos presentar herramientas que les permitan solventar con mayor facilidad los conflictos que se originan en el ámbito familiar, y para establecer relaciones positivas donde las personas se sientan reconocidas y valoradas.
En muchas ocasiones, tenemos poca destreza en el manejo de habilidades que suavicen los
escollos de la convivencia, que requiere de una importante dosis de comprensión, paciencia, cariño
y tolerancia hacia las actitudes y palabras de las otras personas convivientes. Por ello, el ejercicio de las técnicas que nos ayuden a la hora de solventar las situaciones familiares y sociales difíciles, es muy recomendable.
Es posible que se pregunte porqué va a interesarle un tema como la mediación. Para medir su interés, piense si quizá se ha encontrado en cualquiera de estas situaciones:
“Cada vez tenemos más dificultades en la relación con nuestro hijo/a adolescente, la comunicación con él
no es fácil, nos cuesta entenderle y hacer que respete las normas de casa”
“Mi pareja no entiende que no puede dejar que nuestros hijos se salgan siempre con la suya, les está
maleducando, pero ella dice que la cuestiono…La verdad es que no nos ponemos de acuerdo sobre cómo debemos educarlos”.
“Es la madre de mis hijos, pero, tras el divorcio, apenas nos comunicamos y los niños tienen dobles mensajes. Eso no es bueno para ellos. Deberíamos llegar a acuerdos, pero…”
La mediación se basa en la idea de cooperación y no en la de enfrentamiento. Pretende que las personas
podamos comunicarnos desde el respeto y hacer del diálogo el cauce para manifestar nuestras necesidades e intereses. En todo este proceso, será la mediación lo que nos ayude a ir deshaciendo los nudos en los que, a menudo, nos enredamos cuando tenemos una disputa.
Quizá no necesariamente estemos en un estado de conflicto familiar. No por ello esta dinámica ha de dejarte indiferente, ya que siempre hay dificultades que hemos de saber gestionar, no solo entre los miembros de la familia, sino con vecinos, escuela o cualquier otra situación de nuestro entorno.
Desde la asociación TALENTOS entendemos que es muy interesante formarnos como madres y padres en la gestión de este tipo de situaciones. Es por ello que animamos a cualquier persona con interés a asistir a la charla, que se impartirá en el ies Floridablanca, el 7 de febrero de 2024. Para más información, os dejamos una práctica guía, publicada por la Comunidad de Madrid.
Fundamento: ODS 16: Paz, Justicia e instituciones
<< Para lograr la paz, la justicia y la inclusión, es importante que los gobiernos, la sociedad civil y las
comunidades trabajen juntos para poner en práctica soluciones duraderas que reduzcan la violencia, hagan justicia, combatan eficazmente la corrupción y garanticen en todo momento la participación inclusiva. >> Sin dudas, el hogar es el primer lugar donde enseñar a nuestros hijos/as y poner en práctica pequeñas responsabilidades y valores que a la larga les sirvan en cualquier etapa o situación de sus vidas.
<< La violencia, en todas sus formas, tiene un efecto generalizado en las sociedades. La violencia afecta a la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños, así como a su capacidad para prosperar, y provoca traumas y debilita la inclusión social. >> Por tanto, debemos ser conocedores de los derechos y deberes que cada uno de nosotros tenemos en el núcleo familiar; cuyo aprendizaje nos llevará a saber gestionar cualquier conflicto o convivencia en otros ámbitos de nuestra vida.
CÓDIGO CIVIL. TÍTULO VII. DE LAS RELACIONES PATERNO-FILIALES.
Los padres y madres tenemos el deber de educar a nuestros hijos/as. De esa obligación de educar, se deriva un derecho de corrección, necesario para poder llevar a cabo esa función que es inherente a la patria potestad, contemplada en el artículo 39 de la C.E. Quizá nunca se nos haya ocurrido echar un vistazo al Código Civil, aunque sí hayamos visto infinidad de vídeos de cómo realizar una mesa de chuches o cuál será el restaurante donde celebrar su “puesta de largo” o su “primera comunión”… Aquello de “la patria potestad” no solo aplica (ni hemos de esperar a llegar a ello) cuando hay un conflicto o ruptura familiar, sino que es de obligado conocimiento desde que somos padres o madres. [Pinchar aquí para leer el texto de la ley]
Es indudable la progresiva dulcificación de la patria potestad y que viene siendo una constante en los últimos tiempos, es una realidad social pero no se puede despojar de contenido. Como dice el juez de menores, el Sr Calatayud, los hijos tienen derechos y también deberes, y es necesario también enseñar a nuestros hijos a frustrarse, a no conseguir siempre todo aquello que piden o desean.